martes, 9 de febrero de 2010

Segunda experiencia: preparando los papeles del viaje

Dos meses más tarde…

Jueves a la noche…estábamos en mi casa e íbamos por la segunda cerveza cuando Belu dice: Pau, estas segura de que salgamos? Mira que mañana tenemos que ir a hacer los pasaportes….

A lo que respondí: hay dos opciones: o vamos a dormir YA , o salimos y le pegamos de largo…

Ese simple comentario dejo fluir por inercia lo que en realidad queríamos hacer: terminamos saltando, bailando en jet, cometiendo papelonazos, hablando con quien NO TENIAMOS que hablar….en fin, a veces el alcohol distorsiona…

Volvimos, previo paso por la panadería (cabe destacar que ninguna de las dos quería pedirle a la mujer que atendía)…. Llegamos a casa, le dije a Bel: porfa despertame en media hora, así no puedo ir a ningún lado, te juro que me despierto como nueva… A lo que respondió con el típico: Ayyy, Saccon, y si no te despertas?? Me voy a despertar, vos no te preocupes…

Implementé el perfecto mecanismo del buen sueño: rewind, erase and play it another way y me soñé en jet haciendo las cosas como las debería haber hecho (es decir: sonreir, no decir huevadas, no hablar con el chico que ya no te quiere ver la cara ni en un sueño erótico, no bailar desproporcionadamente, no hacer el baile de 45º, etc.) Y así dormí plácidamente….imaginando la noche anterior de otra forma (el problema de hacer esto es que cuando me despierto nunca distingo la versión real de la creada).

En fin, Belu se cansó de tratar de despertarme: a sus reiterados intentos yo respondía: Dijimos media hora y pasaron 20 (jajajaja, obviamente con cara del regreso de los muertos vivos, voz de Papo afónico y delirium tremens)… y mi gatito Nefer miraba con ojos 2 de oro sin entender mucho de lo que pasaba...
Ese comodín lo utilicé como media hora más, hasta que Belu ya elevaba el tono de voz y me decía: Saccon, otro día no tenemos para hacer el pasaporte…

Finalmente me levanté y fui (cabe decir: repté) hasta la cocina a comer el medio pebete de jamón y queso (con mayoliva, jaja) que no me había terminado una hora antes… Me cambie (como pude) y tomamos la congestionada línea B hasta la estación Florida.

Creo que fue el viaje en subte más bizarro de mi vida….nunca me había subido al subte en un estado de ebriedad semejante. Había al lado de Belén un chico que lloraba y yo no paraba de reírme (eso si, con la boca cerrada y sin emitir sonido para no embriagar al resto del vagón).

Belu estaba más tentada que yo, conteníamos imágenes de la noche anterior, sensación de levedad y pesadez a la vez, creo que nos separábamos dos minutos de nosotras y lo más cómico era ver CUÁN PATÉTICAS ERAMOS EN ESE MOMENTOOO!!).

Lo peor llegó cuando Belu me dice: Pau, ahí está Marie (Marie convivió con nosotras 45 días trabajando para Citroën en Pinamar hace 2 años). La miré e hice: no, con la cabeza, y ahí fue el estallido mayor: era imposible acercarnos a Marie en ese estado deplorable…Seguía diciendo: no, con la cabeza y era cada vez peor la tentación de risa.

Bajamos del subte tratando de esquivar a Mariela, que pasó a ser el mejor espejo para ver claramente que si seguimos en este camino o vamos directo al borda o terminamos escribiendo libros de cómo sobrellevar el alcoholismo en la vida moderna.
Llegamos al Consulado Italiano y me doy cuenta que tengo que pasar por el cajero, así que Belu se quedó en la cola y yo me digne a emprender uno de los viajes más anunciadores del mes….Caminando, en ese estado, por el microcentro, buscando un banco…

Todavía tengo grabada la sensación, el mundo entero de daba vueltas y me daba mucha vergüenza preguntarle a alguien…
Saqué el dinero necesario para sacar el pasa/p/orto (no quiero ser grosera, pero no nos lo pasamos x el orto ni ahí porque sin él no se cuánto duramos x las Europas) y volví al Consulado (gran tarea recordar las 3 cuadras de vuelta, el nombre de la calle, etc.). Belu ya estaba adentro, llamándome, con miedo a perderme por el laberinto de cemento traspirado…

Hicimos la cola y nos terminaron dando un número para esperar arriba. Había una señora quejándose de todo y mirándonos con cara de complicidad, como para que asintamos con la cabeza (a esta altura ya la risa era algo crónico y creo que la señora se terminó ofendiendo).

Nuestro mate se volcó, respondimos que medíamos 1,73 y 1,71 (flaca no estas en una agenciaaaa, estas en el consulado, no tenés porque mentirr!!! Jajaja).
SACAMOS EL PASAPORTE EUROPEO….Ya estamos habilitadas para circular por el viejo mundo (por lo menos en lo legal).

¿Creen que si seguimos así nos deparará un sano destino para nuestro viaje?

1 comentario:

  1. y pensar que las invite a mi casamiento...mas vale que no me hagan pasar papelones sudaquitas eh! jejeje

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